viernes, 19 de agosto de 2016

Derecho Romano, principios generales e influencia en el nuevo Código Civil y Comercial

La profesora y directora de Carrera de la Facultad de Derecho de la Universidad de Flores (UFLO), Dra. Mirta Álvarez, cuenta con una impecable trayectoria especializada en Derecho Romano. Desde que se recibió de abogada, a fines de la década del 70, la docente se interesó por esta rama del derecho, a la que considera la base de toda organización jurídica. De ahí en adelante, aprobó un Programa de Actualización en Derecho Romano organizado por la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Roma II TorVergata y la Unión Latina, y participó de numerosos congresos, realizó varias publicaciones tanto en el país como en el exterior, y se convirtió en una referente del tema. Además es Vicepresidente por Argentina, de la Asociación Iberoamericana de Derecho Romano con sede en Oviedo (España), asociación  fundada en l994.

La Dra. Álvarez es, también, investigadora de nuestra institución y actualmente está al frente del proyecto Una mirada romanista al nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. El trabajo, que transita su segundo año de investigación, apunta a destacar las raíces romanistas del código sancionado en octubre de 2014 y que entró en vigencia el 1º de agosto de 2015.

La Dra.Álvarez junto al disertante chileno Patricio Carvajal, durante el segundo congreso sobre Principios Generales y Derecho Romano

El proyecto se encuentra vinculado a los congresos que tienen como eje a los Principios Generales y el Derecho Romano, realizados en UFLO desde hace años, primero como Jornadas y desde hace dos años como Congresos. Esta tercera edición, al igual que las anteriores, contará con la participación de prestigiosos especialistas y tendrá lugar los días viernes 28 y sábado 29 de octubre de 2016.

Para conocer un poco más sobre el Derecho Romano y su injerencia en el código actual, entrevistamos a la Dra. Álvarez, quien nos dio detalles sobre el avance de su proyecto, la proximidad del congreso a realizarse y, por supuesto, su amor por esta rama del derecho.

¿Cómo surge su interés en el Derecho Romano?
En la Universidad de Belgrano, donde estudié, Derecho Romano estaba en el primer año del programa de estudios. Hago la aclaración porque actualmente hay universidades que lo tienen más adelante en la carrera, y en realidad tendría que estar al principio porque es la forma en que se desarrolló el derecho y es una herramienta muy útil para que los alumnos se familiaricen  con el lenguaje y el pensamiento jurídico. Está dividida en una parte histórica y otra sobre las distintas instituciones, por lo cual es una materia larga pero es una base para entender lo que van viendo después a lo largo de la carrera.
Siempre tuve vocación docente y Derecho Romano fue una de las materias de las que me enamoré para dictarla en un futuro. Cuando llegué a quinto año de la carrera, había una especialización y yo elegí el derecho privado, y en esa especialización había un docente de Derecho Romano que era una eminencia. La influencia de ese profesor al final de la carrera, reafirmó más mi deseo de dedicarme a la docencia en Derecho Romano. Me especialicé, y mi mentora me incentivó para que asistiera a congresos y presentara ponencias y publicara trabajos. Como los profesores de Derecho Romano conocemos cómo se gestó todo el derecho, sobre todo el derecho privado, estamos en condiciones de enseñar cualquier rama del derecho  privado moderno, porque la base del Código Civil anterior era netamente romanista.

¿Esta trayectoria se inició cuando se recibió?
Sí. En el 79 –yo me recibí en el 78– me salió la primera designación como ayudante.
Comencé la carrera docente como ayudante, luego ingresé en la Universidad de Buenos Aires y cursé todas las asignaturas que integraban la carrera docente hasta llegar a Jefe de Trabajos Prácticos, y por último concursé y fui designada adjunta, renové el cargo por concurso y finalmente, me presenté para el cargo de titular de la materia, concurso que gané, y cargo que ejerzo desde el año 2010. En la Universidad de Flores ingresé como Profesora Adjunta y di la primera clase cundo comenzó a dictarse la carrera de Abogacía, hace ya 20 años. Fui promovida a Profesora Asociada y desde el año 2006, me desempeño como Profesora Titular de Derecho Romano.

Para la Dra. Álvarez, el Derecho Romano es "la base del derecho"
  
¿Cómo ve la influencia del Derecho Romano a nivel mundial?
El Derecho Romano es la base del derecho, pero no sólo en los países de base romanista, ya sea Europa y parte de Medio Oriente, y Latinoamérica, que fue conquistada por europeos, sino porque es una manera de concebir el derecho. En China, por ejemplo, hay un grupo de profesores de Derecho Romano que van a Italia periódicamente a especializarse porque Mao derogó el Código Civil, entonces están trabajando para sancionar uno nuevo. Pero como China comercia con todo el mundo, adoptaron la raíz romanista, para poder entenderse con los demás. Viajaron profesores chinos a Latinoamérica y estudiaron y tradujeron al chino el Código Civil argentino de Vélez y el peruano, que son los que más raíz romanista tienen. China aún no tiene un código civil completo, lo van aprobando por partes: por el momento, obligaciones y contratos, puesto que está abocada al comercio, también algo de familia. El profesor Norberto Rinaldi, que fue quien me precedió en la titularidad de la Cátedra en la UBA, estuvo invitado a dar conferencias en China en universidades del interior y había auditorios de, por los menos, tres mil asistentes.
El año pasado asistí como invitada a un congreso mundial que se hizo en Chile, donde asistieron profesores austriacos, japoneses, chinos, polacos, franceses, estadounidenses,  del Reino Unido y de muchos países latinoamericanos, todos de Derecho Romano. En una mesa estábamos todos hablando en italiano, porque descubrimos que era el único idioma que teníamos en común, aunque no era el idioma de origen de ninguno de los participantes.
Todo esto permite conectarte con todo el mundo, incluso con los norteamericanos, porque el esquema jurídico lo da el Derecho Romano.

Sería el sustento general del derecho.
Así como se dice que los griegos son los primeros exponentes de la filosofía y del teatro, los romanos lo fueron del derecho. Grecia tuvo algún derecho, pero queda muy poco, porque se ha perdido y se desarrollaron como ciudades-estados independientes entre sí, a diferencia de Roma, que fue un imperio. Los romanos fueron los organizadores. Y cuando cayó el imperio, hasta los bárbaros tomaron el Derecho Romano para instrumentar sus costumbres, que eran orales, porque el sistema les servía.

¿Qué opinión tiene del nuevo Código Civil y Comercial?
Yo tengo una versión bastante crítica del nuevo Código Civil. Soy muy velezana, porque Vélez Sarsfield hizo el Código solo, que es como se debe hacer un código: alguien que organice las ideas para que tenga concordancia. En el nuevo, en cambio, trabajaron 152 personas divididas en comisiones. Todos son profesores ilustres, pero en cada lugar se trabajaba una pequeña parte del Código, y cada artículo era votado y aprobado por mayoría. Y esto de que haya tantos profesores participando, genera contradicciones. A medida que se va estudiando el nuevo Código encontramos contradicciones entre una parte y otra, entonces se llama a las cosas por distinto nombre, se le da distinta regulación en dos partes del Código. Tampoco tiene notas como el de Vélez, que justificaba por qué había tomado tal o cual decisión.

Dalmacio Vélez Sarsfield, autor del Código Civil vigente hasta 2015

¿Dónde aparecen las raíces romanistas en este nuevo Código?
Cuando se lanzó el Código, dijeron que mantenía la tradición romanista, pero como al pasar. Entonces dijimos “Vamos a demostrar que hay más influencia romana de la que propios redactores dicen”. Al comenzar a pensar en el Proyecto de Investigación, íbamos a tomar todo el Código, pero decidimos acotar el material de estudio, para después profundizar en los temas que se van abriendo. Nos abocamos entonces a aquello que siempre tuvo raíz romanista, que son los libros tercero y cuarto, es decir, los derechos personales y los derechos reales. Cuando iniciamos el proyecto, tuvimos una evaluación externa muy positiva, con el puntaje máximo en todo. Nos dividimos los títulos a leer entre las cuatro integrantes, que son dos investigadoras de la UFLO y las otras dos son discípulas mías de la UBA. Para el informe de avance, una de las integrantes del proyecto ideó un cuadro que compara los dos códigos para después incluir nuestras observaciones. Ahí se destacó que hubo instituciones nuevas que no tenían raíz romanista, por ejemplo, el derecho al consumidor, que en Roma no existía. Esa fue la primera parte del trabajo de investigación. Ahora estamos en el segundo año, dejando a un lado lo que no tiene raíz romanista y, con lo que nos queda, confeccionamos un listado. A mí, por ejemplo, de 300 artículos que había analizado,  me quedaron 210, pero hay otras integrantes a las que les tocaron los contratos nuevos y no les quedó casi nada. Así que decidimos redistribuirlos nuevamente y hacer las notas que demuestren que la influencia romanista del nuevo Código es mucho más de la que los propios redactores creen.

¿Dónde van a plasmar los resultados de la investigación?
Está prevista una publicación de los resultados. Asimismo, como yo soy integrante del comité revisor de dos revistas extranjeras de Derecho Romano y Latinoamericano, de las cuáles una tiene formato tanto en papel como digital que se llama Roma e América, intentaremos también publicarlo allí. Me interesa que trascienda la universidad, porque esta revista llega a todo el mundo. 

El rector de UFLO, Mg. Néstor Blanco, inaugurando el congreso del año pasado


¿Cuáles son los pasos inmediatos a seguir?
Ahora viajo a un evento que se hace en Fortaleza, en Brasil, donde estoy invitada como conferencista. Después presentaré una ponencia en un Congreso Internacional en Belém do Pará, también en Brasil, donde cada contribución se publica como un capítulo de  libro, que lo entregan al término de la exposición junto al certificado. A Brasil viajo con otra de las integrantes del Proyecto y Profesora de UFLO, la Dra. Mariana Sconda. Las ponencias que presentaremos están vinculadas al Proyecto de Investigación. Para el Congreso de Principios Generales y Derecho Romano que vamos a hacer en la UFLO, en octubre, trabajaremos también en temas del proyecto, pero distinto a las anteriores.
Este será el tercer congreso de Principios Generales y Derecho Romano. El título convoca, porque hay principios generales en todas las ramas del derecho, y todas vienen desde el Derecho Romano. No es que los romanos dieran principios generales: ellos trabajaban sobre los casos particulares. Después, los que estudiaron posteriormente el Derecho Romano fueron los que elaboraron los principios generales, como el de buena fe o el de equidad, por ejemplo. Esos casos particulares después se generalizaron y se puede estudiar el Derecho Romano por las fuentes directas que han llegado hasta nosotros. Nunca se termina de estudiar porque siempre aparece algún descubrimiento nuevo: monumentos, documentos epigráficos, papiros, etc.

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