(UFLO – Cipolleti) Un grupo de investigadores de la sede Comahue de la Universidad de Flores (UFLO) trabaja en una un baremo local, es decir, valores normativos locales de test que miden
El estudio, que abarca por el
momento a casi 200 alumnos de escuelas primarias públicas y privadas, se desarrolla en la región del Alto Valle de
Río Negro y Neuquén y tiene el objetivo
de superar los 300a 400 niños.
La responsable de la iniciativa, la Mag. Belén Causse,
resalta que “la idea es generar un baremo de uso local, es decir valores
normativos propios para una batería de test neuropsicológicos”.
Agrega que “de esta manera
obtendremos un aporte de suma importancia para el quehacer del neuropsicólogo y
de otros profesionales de la salud mental en los ámbitos clínicos y educacional,
de modo de poder contar con herramientas mas precisas y adecuadas al
contexto, para un adecuado diagnóstico y
posterior intervención en cada caso en particular”.
El baremo, o parámetro para la
interpretación de los test, es lo que permite medir, cómo resuelven una misma
tarea neurocognitiva ciertos sujetos, agrupados de acuerdo a diferentes
características. La importancia de tener parámetros de referencia local es que
se podrá interpretar los resultados de los test
de acuerdo a nuestra población.
“No es conveniente usar baremos
de otros países, porque implica que estamos evaluando la atención o las
funciones ejecutivas en niños argentinos y comparando su producción con la de
los españoles o estadounidenses. De allí la importancia de contar con normas en
nuestro país, y especialmente, de nuestra región”, subraya la investigadora.
Causse explica: “la atención es
un proceso que nos hace más receptivos a
los sucesos del ambiente y nos permite resolver más eficazmente distintas
tareas”. Indica que “existen diferentes modalidades de atención, por eso se
elaboran distintas pruebas o test para evaluarla, cada prueba involucra un
aspecto distinto”.
Describe que en entre estos
procesos encontramos el poder enfocarse en una única tarea o estímulo, ignorar distractores, mantenerse
atento durante todo el tiempo que sea necesario pese a la fatiga o el
aburrimiento, desplazar la atención de un estímulo a otro de acuerdo a las
exigencias del ambiente, controlar nuestra atención implementando estrategias
para optimizarla y reaccionar en forma rápida y efectiva cuando se es necesario.
En tanto sobre las funciones
ejecutivas la investigadora detalla que “es un conjunto de habilidades
cognitivas, las más complejas que puede llevar a cabo el ser humano, cuyo
sustrato anatómico es la corteza prefrontal”. Implica habilidades tales como la
planificación, inhibición, organización, flexibilidad cognitiva, entre otras.
El aporte de esta investigación
en el campo de la neuropsicología infantil es sumamente relevante porque brinda
a los especialistas locales datos más cercanos, zonales o regionales, ante el
uso habitual de estadísticas que se obtienen en Europa. Si bien existen
investigaciones que establecen parámetros argentinos para algunas de las
pruebas que estamos utilizando, no lo hacen con toda la batería que está
actualmente en investigación y no existe ninguno en la zona Comahue que
implique el grupo de edad con el que estamos trabajando agrega que este estudio
será útil para el diagnóstico y la posterior intervención ante pacientes que
presenten indicios de alteraciones atencionales o ejecutivas.
La investigadora asegura que
“cuánto más próximo es el grupo de referencia mejor. Es una herramienta para
hacer evaluaciones neuropsicológicas y aporta antecedentes para la clínica.
Esto es novedoso porque para la obtención de este tipo de datos no hay
producción regional”.
En la investigación que llevan
adelante el muestreo es incidental y la participación voluntaria, tanto por
parte del niño como de sus padres. La muestra se compone actualmente de casi 200 niños de 6 a 12 años que
voluntariamente, y con el consentimiento informado de sus padres, aceptaron
participar de la investigación, y se propone durante este año ampliar el número
de casos.
Entre otros requisitos se puntualizó
que si bien pueden participar todos los interesados, para la confección de los
datos normativos, los niños no deben
poseer diagnóstico neurológico, neuropsicológico, psiquiátrico, de trastornos
de aprendizaje, o haber permanecido en algún año o nivel de su escolarización. Además
deben residir y asistir a escuela
primaria pública o privada en alguna de las localidades de la región del alto
valle de Río Negro y Neuquén.